Kusworth y la camarilla, un intento de necrológica

Dave Kusworth

La camarilla es el nombre que, en mi casa, damos al grupúsculo de músicos cojonudos compuesto por Epic Soundtracks, su hermano Nikki Sudden, sus buenos amigos Kevin Junior, Rowland S. Howard y Dave Kusworth, y otros farandulistas del rock como Jeffrey Lee Pierce, Steve Wynn y Jeremy Gluck.

Y alguno más que, seguro, me estoy dejando.

Existe, de hecho, una facción australiana de la camarilla que, a partir de Rowland S. Howard, se extiende a través de la saga Beasts of Bourbon (empezando por Spencer P. Jones y Brian Henry Hooper) y llega hasta los confines de los Boys Next Door. Nick Cave, sin embargo, no es camarilla (Warren Ellis, qué cosas, sí que lo es). La camarilla es amplia.

No hay ni que decir que, a mí, la camarilla  me flipa. Me gusta, de hecho, más que la suma de las partes. Ese rock oscuro, de droga oscura y sin esperanza, me vuelve loco. Algunas obras capitales de la camarilla, como el Miami de Gun Club, el Days of Wine and Roses de los Dream Syndicate o el Rise Above de Epic Soundtracks, están entre los discos de mi vida. Y digo estos tres, pero perfectamente podría haber dicho el Robespierre’s Velvet Basement, el Pop Crimes y el Ocean Songs. Así de sobrada anda la camarilla.

Dave Kusworth, en mi discoteca, no es ninguna parte fundamental de la camarilla, tampoco me voy a inventar lo contrario. Apenas estoy familiarizado con su obra fuera de los Jacobites. Recuerdo que cuando conocí el Robespierre, mi primer contacto con el mundo Sudden/Kusworth, la calle decía que Nikki era el bueno de los dos, y que las canciones de Kusworth eran “de pastel”. Pero mi favorita del disco era, en secreto, Country Girl. Por aquellos años tuve mi primer desencuentro brutal de amor y, resulta, antes del desaguisado la moza y yo escuchábamos juntos a los Jacobites día-sí-día-también. Tras la hecatombe, escuché Country Girl en bucle durante semanas, y los acordes menores me daban ganas de llorar. 19 años tenía yo entonces, quién los pillara. 

Para mí Kusworth es Country Girl y Shame for the Angels y Pin Your Heart to Me. Para mí Kusworth son los Jacobites y, en parte, por muy obvio que resulte quien está detrás de cada canción, Kusworth es Sudden y Sudden es Kusworth. Qué más da que All the Dark Rags sea del uno y no del otro? 

Me gustaría poder escribir una necrológica de Kusworth en condiciones, que abarcase sus discos en solitario y sus múltiples bandas. Pero, creo, me la tendría que inventar de arriba abajo. La camarilla es amplia y no me da la vida para llegar a todo lo que me gustaría. Tiempo, dinero, espacio, todo parece jugar a la contra (de Kusworth). Visto lo visto, creo que las letras que acabamos de leer bien podrían ser un comienzo de necrológica de la camarilla. Cada vez quedan menos, y me parte el alma ver como la luz se apaga. Jeffrey, Epic, Nikki, Rowland, Kevin, Dave… Estamos jodidos, señores. La camarilla se ha ido al garete. 

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