Siete canciones para empezar la semana.

Un recopilatorio de lunes no puede empezar de otra manera que con el “Welcome To The Working Week” de Elvis Costello.

El titulo de la canción es muy explícito pero el texto ya es otra historia. Con una simple búsqueda en google encuentro opiniones para todos los gustos sobre su significado. Yo pienso que no habla de nada en concreto, son ideas sueltas y que Costello escribió según le venían y le sonaban bien. El resto del trabajo lo han hecho los que le han intentado encontrar un significado. De cualquier manera, si vale para abrir el primer disco de Costello, también tiene que valer para empezar una semana. La canción comienza como tentando el terreno, con guitarra, bajo marcando el compas y Costello cantándole al onanismo para a continuación entrar la banda al completo en el estribillo. No hay tiempo para solos ni filigranas, cuatro versos cortos y otra vez el estribillo. Y antes de que te des cuenta, la canción ha terminado.

Es lunes y si tuviera que asociar los lunes con una canción, sin duda seria “If It’s Monday Morning” de Lee Hazlewood, otra canción de titulo engañoso porque no trata para nada sobre el lunes por la mañana, sino sobre, ¡oh, sorpresa! la relación entre un hombre y una mujer.

Todo ocurre, sabe, recuerda o se parece al lunes por la mañana. La canción empieza con una guitarra y Lee recitando unos versos que deja claro por donde van a ir los tiros: “Hubo veces que estar juntos era divertido y hubo veces en las que estar separados era aun mas divertido”.

La canción continua con la guitarra y Lee ya cantando con su tono de barítono, la melodía que se repite durante toda la canción, dando paso al bajo, que suena a madera y puntúa la melodía que teje la guitarra. Muy poco a poco la canción va cogiendo cuerpo, entra un coro y cuando llegamos al puente, ya hay otra guitarra acústica sonando por la retaguardia. Y es lunes por la mañana.

Mi parte de jipi comeflores me pide que grabe esta canción a continuación. Es como un tanque de azúcar, pero un lunes por la mañana, un tanque de azúcar puede venir bien. Me refiero a “A Beautiful Morning” de los Rascals. A estas alturas habían dejado de lado tanto el “Young” de su nombre como el toque más “rhythm and soul” de sus primeros discos. La canción salió como single y posteriormente en su disco de grandes éxitos. Como apunte de taradismo diré que la versión mono es bastante mejor que la estéreo. La canción empieza con el sonido de unas campanillas y unos bongos. Así leído dan ganas de salir corriendo pero la cosa gana cuando entra la voz y el bajo marcando la melodía de la canción. Coros angelicales y el órgano de Felix Cavaliere y Eddie invitándote a salir a la calle y disfrutar del sol y jóvenes con flores y… vale, vale, igual me he pasado, salgamos de aquí cuanto antes antes de que se nos dispare el pico de azúcar.

Nilsson nos pone otra vez en situación. O no. Es lunes por la mañana y hay que levantarse. “Gotta Get Up”. Pero ¿qué cojones sabe Nilsson de levantarse por la mañana temprano? Poca cosa. De hecho, él habla de levantarse no para ir a trabajar, sino para volver a su casa después de una noche fuera, “antes de que llegue la mañana, antes de que salga el sol”. Si no el contenido, al menos el ritmo y el tono alegre de la canción también nos sirve muy bien para llevar mejor el lunes por la mañana.

Pero la mejor canción que un servidor conoce que refleja la miseria de tener que levantarse para ir a currar el lunes por la mañana es “Ik Heb Geen Zin Om Op Te Staan” de los cabezaqueso amsterdamitas “Het”.

“Het” es el pronombre personal neutro de la tercera persona en holandés, el equivalente a “it” en ingles o a “ello” en castellano. Los Ello. la verdad es que el nombre les viene que ni pintado, estaban como una carraca y tenían a los Who en un altar. El titulo de la canción se traduciría como “No tengo ganas de levantarme”. Más claro y directo no se me ocurre. La canción describe la rutina del currante, levantarse temprano, los pies desnudos sobre el suelo frio, la idea de tener que ir a aguantar a tu jefe. Todo tocado a un ritmo cansino, como sin ganas, menos en el “solo”,que se desmelenan para enseguida volver a perder las ganas.

Voy a ir chapando el garito y me voy a ir un poco por las ramas, dejando el tema de los lunes y la semana laboral de lado, pero me quedo en el submundo del nederbeat, patio de recreo de cuatro inadaptados empeñados en ser mas brutos que los Pretty Things mas brutos.

Los reyes del cotarro fueron sin duda los Outsiders. Oriundos de Amsterdam, practicaban un ritmo y azules a velocidad supersónica, de guitarra que se vuelve violenta y epiléptica en manos del Sr. Splinter, que carga contra el tono de barítono, tranquilo e inmutable de Wally Tax. “That’s Your Problem”, te suelta desafiante en la cara. Lo demás son ritmos descabalados y un riff de los Kinks destruido, reconstruido y repetido hasta la extenuación.

Y acabo con otros compatriotas de Het y Outsiders, los Q65, de La Haya, ciudad que se suele asociar más al nederbeat mas pop de grupos como Golden Earrings o los Motions, pero los Q65 estaban bastante más cerca del rhythm and blues cavernícola de los Outsiders que del pop azucarado de Golden Earrings. “So High I’ve Been, So Down I Must Fall” es una advertencia, una llamada a no fliparse mucho, cantada por un tipo que se ha pulido cinco euros en chicle y se los ha metido todos de una vez en la boca. Fuzz y platos sonando sin fin, incomodos cambios de ritmo y crescendos que acaban en parada para a continuación volver a empezar.

Buen lunes