Bandas de directo (I)- Karma to Burn

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Hay bandas que BRILLAN en directo, aunque los discos no les consigan hacer justicia.

Como homenaje a Will Mecum y a una banda que ya no volverá, hoy me hago pajillas con lo que molaban los conciertos de Karma to Burn.

Recomiendo encarecidamente escucharlo ALTO. Si hace falta busca unos cascos.

Hace algunas semanas saltó a las páginas de música la noticia del fallecimiento del guitarrista de Karma to Burn, Will Mecum, por una caída accidental. Me dió tristeza, porque es una de esas bandas que siguen seguian girando por salas pequeñas y a las que puedes ver a dos metros de distancia y no en un sistema de pantallas gigantes mientras te preguntas si no lo verías mejor en casa en un DVD. Y porque se curraban unos conciertos de puta madre, la verdad.

Lo de que la noticia «saltó» es un decir… nunca han sido fueron una banda famosa. Incluso dentro del Stoner, que es el cajoncito en el que suelen estar sus discos, no son una de las vacas sagradas. Conocida por todos, sí. Respetada también, por lo largo y coherente de su trayectoria, pero no eran una vaca sagrada.

Yo lo comprendo… porque no me parece una banda fácil. No creo que haya media docena de canciones en siete discos que tengan letra. Corre la leyenda de que, cuando Kyuss se disolvió, el cantante John García se comprometió a entrar en la banda como vocalista, grabaron alguna cosa pero la cosa no llegó a concretarse. Con el cantante Daniel Davies (Hijo de Dave Davies) llegaron a girar y a grabar varias cosas… pero no hubo suerte y la cosa tampo cuajó. Daniel Davies es un buen cantante y un frontman muy competente que tenía muy buena química con la banda pero supongo que no estaban destinados a ser como los demás.

Y el grueso de sus canciones tampoco es que sean el típico rock instrumental… ahora un acorde de novena aumentada, ahora la guitarra hace el papel de la voz… ahora un solo de bajo… ahora un interludio progresivo/psicodélico. Que va, que va… sus canciones eran riff monolítico-estribillo-riff monolítico-estribillo. Sota, caballo y rey sin letra, sin solos y sin un puñetero artificio. Como me dijo un amigo: «Eso suena a polvorones con pan, eh?». Por no tener… no tienen NI NOMBRE. Las canciones están numeradas, señores, NU-ME-RA-DAS. Con un par de cojones y un palito.

Evidentemente, un enfoque tan crudo, tan desnudo y tan directo puede hacerse un poco duro. A mí se me hace duro. Me cuesta horrores aguantar un disco entero…se me hace muy pesado y lo termina cambiando antes del final. Sin duda el problema soy yo, pero es la verdad. Se me hacen mucha bola.

Pero ojito en directo.

Dos veces les ví, una de ellas acompañados de Daniel Davies en un concierto muy bueno. Comenzó Davies con canciones de sus proyectos en solitario interpretadas, también, en solitario, guitarra y voz. No acústicas. Eléctricas. Él solito con su Les Paul y su micro. Sin batería siquiera, aguántale al chaval… pero no se hizo pesado, lo que tiene mucho mérito. Luego se incorporaron Karma to Burn con Davies apoyando y cantando algunas.  Estuvieron enormes. La palabra es «desnucabueyes»: Dícese del grupo que te hace mover la cabeza tanto que sabes que te vas a hacer daño, pero te la suda.

La segunda fué en formato trio y en una sala pequeñita de Barcelona, Rocksound (Que cerró hace poco. Alegría). Igual o mejor. Que intensidad. Que caña. Que cabrones. Sin voz. Sin solos. Sin ninguna clase de truco escénico, sin proyecciones, sin pirotecnia. Sin tirarse por el suelo ni dar saltos, pero transmitiendo una energía e intensidad tremenda. No soy capaz de identificar cual es el ingrediente secreto que hace que su receta en caliente sea fuera tan buena. Ójala lo supiera porque estoy convencido de que es información de la que vale dinero. No sobran bandas así y ya no volveré a disfrutar de esta banda en su medio natural.

Es una auténtica lástima, pero me ha hecho pensar en otras bandas con las que me pasa lo mismo. Los discos me aburren… o bueh…están bien y tal, pero no me emocionan, prefiero poner algo que de verdad me de subidón… pero cuando vienen a la ciudad pueden contar con mi hacha y con mi garganta para gritar como un loco. Son bandas que LO TIENEN, incluso más que muchas de mis bandas favoritas en disco. Como diría Mourinho «¿PUJ QUÉ?»… pues… no lo tengo nada claro. Cada una podría ser por razones diferentes e incluso contrarias a las otras. El caso es que son bandas a las que hay que ir a ver mientras tengamos la oportunidad. No, en serio. HAY QUE IR. 

10 comentarios en «Bandas de directo (I)- Karma to Burn»

  1. Era vagamente consciente de su existencia pero nunca los había oído. El concepto, desde luego, es fantástico y me simpatiza enormemente. Luego, la verdad es que hay que estar in the mood para tragarse una hora seguida de algo así, pero caso de estarlo, estoy seguro de que tiene que ser muy satisfactorio. Probaré un día de estos.

  2. a mi me sonaba el nombre también, pero no los había escuchado en mi vida (de bobo).
    y no tenía ni idea que dave davies tenía un hijo y mucho menos que éste fuera cantante.

  3. En directo me apunto a un bombardeo,así que los tengo en la lista. Desde el reconocimiento del absoluto cuñadismo, para mi el disfrute de estas cuestiones tiene que ver con el control y manipulación de la ment ,como el que se enfrenta a una ceremonia de ayahuasca.Alcohol con moderación para evitar cualquier tipo de euforia y la medida y el tipo de hierba adecuada para mantener las percepciones alteradas durante el proceso. La sobreeemoción alcohólica o un rango fumetil un poco por encima o por debajo de lo adecuado, puede resultar aterrador: encontrarse en un concierto del género sobreexcitado a cañas o sufrir un despertar súbito de la conciencia ,puede tornar la experiencia aterradora; de lo contrario,puede ser bien disfrutable…los vi con Neurosis en una sala enana,en verano, y los pollos decidieron desconectar el aire acondicionado porque interfería con sus habilidades musicales…y ojo ,me pareció debuti, es añadir otra variable en la ginkana de control mental y físico que supone la experiencia.

    1. Karma to Burn y Neurosis en sala pequeña y sin aire, jejejeje… vaya caña. Lo del aire igual es que les caía el chorro directo y se desafinaban mucho las guitarras, he oído cosas parecidas.

      En cuanto al aspecto de «experiencia» mental y física, no lo había pensado pero creo que tienes razón. El volumen (atronador) al que tocaban supongo que también tiene que ver. Sin llegar a los niveles de Sunn O))) y cosas así, que consiguen que la gente vomite y le den ataques de pánico.

  4. Me encanta lo de numeras las canciones. Para hacer el setlist tiene que ser la mar de cómodo. Ahora bien, menuda memoria que hay que tener para saber diferenciar 62 de 37. ¿No serán todas la misma y nos están tomando el pelo a todos? Eso sí, parecen una banda de chalados entrañables.

    1. Cuando lo ví me recordó al chiste ese tan viejo del congreso de humoristas. Que ni contaban el chiste porque se los sabían ya todos, decían el número y tira.

  5. Los «calma» to burn recuerdo escucharlos en disco vagamente en su día, y aunque no tuve oportunidad de verlos sí que forman parte de una época en que pude ver en directo a Nebula, Atomic Bitchwax (aunque sin Ed Mundell), Black Nasa y alguna más de ese palo, son grupos que sí disfruté en sus directos más que en disco. Aunque los discos de Kyuss sí que los guardo como oro en paño. Yo digo sí y mucho a los conciertos en sala pequeña (aunque ahora es un poco pronto). Cuídense chavales!!! Neurosis es un grupo que me gustaría verlos en directo, sus discos me flipan, al menos desde el souls at zero hasta el given to the rising, ahora creo que se les agotó la mecha de la inspiración. : (

  6. yo como tu colega: mazapanes con pan!!! jajaja!

    qué es eso de que chapó la rock sound? desde el confinamiento estoy fuerísima de la vida, la verdad 🙁

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