Lee Hazlewood y las reediciones con pelusilla

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Se ha escrito poco sobre Lee Hazlewood. DJ y productor de éxitos en los 50, cowboy psicodélico en los 60, Hazlewood se retiró prematuramente en los 70 al igual que su discípulo Phil Spector.

Con motivo del lanzamiento de parte de su catálogo por parte de Munster Records, analizaremos su vida y milagros a través de una serie de entradas que intentarán aportar algo de luz sobre una de las figuras más oscuras del negocio musical del siglo pasado.

En el principio fue el grunge.

Estamos en 1985. Los Screaming Trees están grabando su primer largo y cuentan con el mítico Steve Fisk para echar una mano en la producción. En un descanso de la grabación comienzan una conversación sobre placeres culpables y Mark Pickerel, batería de la banda, confiesa que le gusta un disco de ese maldito género que son los duetos llamado simplemente “Nancy & Lee”. Fisk le interrumpe con autoridad: “eso no es un placer culpable. Es un trabajo venerado por gente como Sonic Youth, Nick Cave o The Jesus and Mary Chain”. Chúpate esa, Mark. Fisk añade que los discos en solitario de ese tal Lee son incluso mejores que los que grabó con Nancy. “¿Discos en solitario?”

Mark Pickerel aprende rápido la lección. Escucha los discos de Hazlewood sin Nancy y se enamora de esa extraña música que mezcla country con arreglos orquestales, letras cargadas de mala ostia y sobre todo de esa voz de barítono que suena perezosamente cool.

Logotipo de Sub Pop
No diga grunge, diga Sub Pop

Pocos años después Pickerel deja a los Screaming y comienza a trabajar en Sub Pop Records a donde se lleva con él ese placer culpable que ahora ya no lo es tanto. Un día Bruce Pavitt, capo del sello, pasa por delante de la oficina de Mark y se lo encuentra escuchando una recopilación casera de Hazlewood. Reconoce el intérprete pero no la canción. ¿Y esto en qué disco sale? Si a Pavitt le gusta a los demás también. Poco después, Pickerel ya ha preparado un recopilatorio de Lee para cada miembro de la oficina. El fervor es colectivo. Finalmente Bruce Pavitt le propone localizar al bigotes para editar por primera vez sus discos en CD. 

Comienza la búsqueda.

Estamos a principios de los 90, y, obvia decirlo, todavía no hay internet o al menos, uno que valga para este fin. Mark empieza el rastreo poniéndose en contacto con las discográficas con las que Lee ha trabajado: MGM (absorbida ya por Polygram), Reprise, Capitol… Preguntando a todas por la licencia y por el paradero del ínclito, la respuesta siempre es la misma: «Who?» 

Mark Pickerel llamando por teléfono
Mark, nadie dijo que eso iba a ser fácil.

Poco a poco van apareciendo pistas que sitúan Hazlewood en distintos lugares: París, Suecia, Miami, Phoenix, Los Ángeles, España… Los rumores conducen a los emplazamientos más variopintos. Hay quien dice que Lee vive en un hipódromo en Méjico. Otros, que pasa el tiempo en una cueva al sur de Santa Fe donde fuma Peyote. Mark no se da por vencido.

Meses después de comenzar la búsqueda consigue por fin una pista importante. Da con el teléfono de un amigo de Lee de toda la vida. Al Casey, prolífico guitarrista de estudio y miembro de la Wreckin’ Crew. Casey había empezado la carrera en Arizona grabando allí un primer tema, The Fool, el cual también sería el debut de Halzlewood en las labores de producción. The Fool, cantado por el recientemente fallecido Sandford Clark, un compañero de clase de Casey, sería un top 10 en las listas y ayudaría a ambos a lanzar su carrera. Una vez explicadas las intenciones, Casey accede a facilitar a Pickerel las señas de Lee.

Mientras tanto, Sub Pop sigue trabajando. Dando por hecho que todo saldrá adelante, añaden al proyecto de reedición de los discos de Hazlewood un disco tributo. Los intérpretes serán Mudhoney, Violent Femmes, Mark Lanegan (a dúo con Courtney Love), Steve Wynn (con Suzi Jane Hokom), Calvin Johnston, Beck, Nirvana, Mick Harvey, Mazzy Star, Nick Cave, The Jesus and Mary Chain y Sonic Youth. Vamos, toda la gente guapa del momento.

Amarga realidad

Pickerel escribe una carta a Lee explicándole quiénes son y qué pretenden. Le cuenta que todos son fans en Sub Pop y que se encuentran en el lugar y momento perfectos para reeditar sus discos para la chavalada actual. Que el tributo será lanzado simultáneamente para contextualizar su música entre las audiencias más jóvenes. Que se dejan bigote si hace falta. La carta parece más de un fan que de un ejecutivo discográfico. Pickerel no oculta su pasión.

Lee Hazlewood
Con la pinta que tiene de buen paisano.

La respuesta no puede ser más rotunda: 5000 pavos por canción. Mark no se lo cree. Relee la carta y suda haciendo cuentas. A cinco mil el tema se van a gastar setenta y cinco mil solo en adelantos. Para un tío que venía del entorno de Kurt Cobain, que pudo presenciar como el Bleach se grababa con seiscientos pavos esto era un despropósito. Pickerel le contesta que le pueden adelantar cinco mil dólares y aportar un generoso porcentaje de royalties. La respuesta es “no”.

A partir de ahí se suceden una serie cartas a Florida, residencia de Lee, con respuestas vía Fax en una tendencia cada vez más beligerante. A Pickerel y a Sub Pop les empieza a quedar claro que encargarse de las reediciones de Lee Hazlewood será para ellos un sueño pero para el propio Lee no es ni el menor de los intereses. Después de una última carta en la que Mark manifiesta su pesar por no poder llegar a un acuerdo pero que mantienen el proyecto del disco tributo dejando una puerta abierta para unas posibles reediciones en el futuro llega la última respuesta de Hazlewood que afeita en seco: “Mis abogados en L.A. y N.Y. estarán observando este proyecto con gran interés”. Por si os queda algún tipo de duda: no os molestéis en buscar el disco tributo.

Smells Like Records
Ni lo hueles.

Años después, Steve Shelley, también batería, en este caso de Sonic Youth, además de propietario de Smell Like Records, contacta con Pickerel y le explica que ha estado con Hazlewood y que le ha convencido para permitir que su sello reedite el catálogo de Lee Hazlewood Industries o lo que es lo mismo, de LHI Records. Shelley se ha llevado el trabajo de Pickerel por delante, más de cuatro años de búsqueda e infructuosas negociaciones.

 

Un poquito de redención, por favor.

En abril de 1999 Mark Pickerel es invitado a volar a Nueva York a la fiesta de presentación del lanzamiento de las reediciones. Shelley y Pickerel deciden mantener la identidad secreta de este último teniendo en cuenta que la última comunicación de esta extraña pareja es un fax de Hazlewood al pobre Mark enviándole un artículo en el cual dice que B.J. Thomas ha demandado a su editorial pidiendo millones de dólares por algún tipo de uso no autorizado de su música.

Esa tarde, Pickerel toma asiento en una mesa cercana a la de Hazlewood y se pasa la siguiente hora haciendo preguntas tanto tiempo sin respuesta y disfrutando de cada una de ellas. Lee resullta ser un caballero encantador, cargado de un humor hilarante, rápido y autocrítico.

Al Casey, a quien por aquel entonces ya unen más de cuarenta años de amistad, le pregunta esa noche: “¿no es maravilloso que toda esa gente joven esté justo ahora descubriendo y celebrando toda la música que has hecho durante todos esos años?”. “Yeah, just in time to die!”.

Años después Lee se redimiría pidiendo perdón públicamente en una entrevista grabada. Mark lloraría amargamente al escuchar la voz de Lee reconocer que lo había tratado mal y que había sido un error despreciar la oportunidad de fichar por Sub Pop.

Mark no ha dejado nunca de ser fan de Halewood. Ha tocado y grabado con Suzy Jane Hokom, sigue felicitando a Lee por su cumpleaños y por un motivo que desconozco, aparece continuamente como poseedor del copyright de muchas de las fotos del bigotudo que pululan por la red. 

Actualidad vintage

 

Nos vamos a 1997. Un jovencísimo Matt Sullivan, que había sido becario de Sub Pop, escribe una carta a Iñigo Pastor de Muster Records solicitando ser también becario en Munster. Matt está terminando la carrera y es una esponja que absorbe todo lo que escucha. Se tira en Madrid seis meses hasta que se va de viaje a Ibiza y es devuelto abruptamente a EEUU tras encontrarle la policía el visado caducado. No puede ni pasar por la oficina en Madrid a buscar sus cosas. Unos años después Matt funda Light in the Attic Records. Es fácil pensar que la pasión por Hazlewood venga de sus años en los que coincidió con Pickerel en Sub Pop.

Eve - Take It And Smile (RE 2021, Munster Records)
Eve – Take It And Smile (RE 2021, Munster Records)

Light in the Attic y Munster empiezan a trabajar juntos ocasionalmente. Además, Matt se encargará de distribuir los discos de Munster/ Vampisoul en el mercado americano. A veces compiten entre los dos como en el caso de las reediciones de Rodriguez. Las negociaciones de Iñigo le llevan a Cannes donde firma un preacuerdo con “un tipo turbio”, firma que anula al enterarse que Light in the Attic también ha firmado un acuerdo con otro tipo aparentemente más fiable. Tanto para LITA.

En cualquier caso, las relaciones entre ambos son cordiales y estamos de enhorabuena. Munster Records, ha empezado a lanzar, fruto de esas colaboraciones con LITA, el catálogo de LHI con el mismo mimo y cariño que LITA ha tenido estos últimos años: reediciones cuidadas, notas por doquier, entrevistas a los miembros de las formaciones y la siempre bien recibida colaboración de Hunter Lea, músico, productor y experto como nadie en el universo Hazlewood.

The Surprise Package - Free Up (RE 2021, Munster Records)
The Surprise Package – Free Up (RE 2021, Munster Records)

Las nuevas ediciones comienzan con el lanzamiento de Eve, grupo que surge de las cenizas de Honey Ltd. de las que ya hablaremos otro día. Honey Ltd. mutó a Eve en el momento en que Alexandra Sliwin abandonó la banda para casarse con John David Souther. Armonías vocales a cascoporro, producción preciosista y versiones de Dylan y Fred Neil entre otros. Llega también la reedición del disco de The Surprise Package, Free Up. The Surprise Package fueron una banda de Northwest Punk de Seattle que grabó en 1968 un único artefacto de garage psicodélico.  

Ahora toca esperar por los nuevos lanzamientos de LHI en Munster. De momento siguen sin reeditarse discos como el de Virgil Warner con Suzi Jane Hokom o el Return of the Fool de Sandford Clark además de quién sabe cuántos masters que no llegaron a publicarse. Por si acaso, estaremos atentos. Mark Pickerel, seguro que también. 

15 comentarios en «Lee Hazlewood y las reediciones con pelusilla»

  1. señor, vaya historia, me flipan esos documentos manuscritos enviados por fax. investigación pura y dura de la era preinternet, qué pena cómo acabó… pero aunque el final es duro, no me sorprende que de inicio él pida pasta, es una mentalidad muy americana, todo es negocio y todo es monetizable, hasta las obras de «caridad». muy guay todo caballero! yo tb tengo en mi estantería un disco de esos de «duetos», jajajaja!!!!

    1. Gracias Juanity. El primer disco de duetos (y el segundo también) debería estar en todas las estanterías. Del tercero mejor no hablamos eh? bueno…

      El final es triste sí, pero solo para el batera de los Screaming que el iba con toda la ilusión y salió trasquilado, jajaja. Probin!

  2. Desconozco al personaje más allá de lo básico y anecdótico, con lo cual espero impaciente la continuación después de este estupendo entremés.

    1. Gracias panolity. Creo que la cosa va a ser más el ir contando las cabronías y los desaguisados que fue armando por ahí que narrar su propia historia.

    1. Gracias salao. Son caretes, sí, pero también es verdad que LITA se lo curra cosa fina. A mi lo que mata son los gastos de envío. Al menos, ahora con Munster eso será un problema menos.

  3. igual lo he soñado, pero no hubo hace un par de años otro amago de unión lita y munster? no volví a oir nada al respecto, pero ahora parece que la cosa va a cuajar, de lo cual me alegro infinitos. y mi bolsillo (en principio; si sacan muchas cosas buenas muy seguidas, igual cambia de opinión) también.

    muy interesante la historia también, de la cual no tenía ni idea. ahora soy más fan aún si cabe del sr. hazlewood!

    1. Claro sí, Poodle! Del bigotes hay que ser fan SIEMPRE!

      Sobre la unión de de LITA y Munster ni idea, sé que llevan muchos años trabajando juntos aunque siempre de forma intermitente.

  4. Que gran historia. Gracias.
    El fanzine Chilena Comando, en su número siete, tenía un muy completo artículo sobre el bueno de Lee, y su inmensurable discografía.
    Un saludo
    Torremadrid

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