Françoise Hardy comienza a despedirse

🙁

Qué penina.

Oh! Qué pena más grande! No tenía ni idea...

Esta semana estuve justo dándole una vuelta a su disco del 71. Hablaban de él en SHF como uno de los mejores discos franceses de la historia, y me di cuenta de que lo tenía por casa casi sin estrenar (normalmente suelo echar mano a discos un poco anteriores, manías de cada uno). 

Yo de chaval era muy del 60s y, también, un poco afrancesado (en el buen y en el mal sentido). Así que no tardé en caer en las redes de Hardy. Recuerdo que lo primero que me pillé fue una edición española de su primer epé -en Amigos del Disco, en Moncloa. Fue el primero de una colección de epés que, si no tengo completa a día de hoy, muy poco le falta. Españoles, franceses (claro) e ingleses (en Pye Records, los últimos que me he dedicado a perseguir). 

Los discos, sin embargo, no se dejaban ver tan a menudo por Madrid. Recuerdo que había pillado un par de ediciones americanas, de las de 4 Corners, en La Metralleta. Pero en general era difícil encontrar las ediciones chulas, las de Vogue con galleta rosa. Al menos no a los precios que yo podía pagar en los años de estudiante, claro.

Me acuerdo como si fuera hoy de cuando conseguí mi primera copia de su primer disco, el del paraguas. Acababa de empezar a trabajar, y una moza me había dejado a lo bestia. Y, no podía ser de otro modo, me había dejado completamente descolocado. Recuerdo esa sensación, semana tras semana, de no saber dónde caerme muerto. Recuerdo muchos días seguidos de tormenta en Madrid y una tristeza sobrecogedora y constante. Recuerdo que hice un viaje extraño a Salinas y Avilés justo el fin de semana de la boda real del 2004, por no quedarme en casa dándole vueltas a lo mismo de siempre. Y, un par de semanas después, me fui a Toulouse en coche con un compañero de curro, uno que había empezado a salir con una francesa, un poco por la misma razón. El caso era hacer algo, no importaba qué.

Hicimos juntos el viaje de ida y el de vuelta, pero la estancia en Toulouse fue por separado porque, claro, él se veía con su novia de Pascuas a Ramos y tampoco estaba la cosa como para andar regalando minutaje. Me pillé una pensión de mala muerte junto al Canal de Brienne y me dediqué a pulular por la ciudad y tratar de encontrar discos (baratos) en mercados de segunda mano. Recuerdo que había bastantes puestos callejeros, y yo andaba por ahí preguntando si tenían el disco de Françoise Hardy "avec le parapluie". Hasta que al final di con él. En un mercadillo en la plaza del Capitol, en un puesto pequeño. Ahí estaba, justo el disco que estaba buscando y a precio de Angola. Con ese disco en la mano, me sentí feliz por primera vez en mucho tiempo. Estaba hecho polvo, peri me importaba tres carajos. Qué guapa me pareció Françoise en esa foto.

Desde entonces, ni que decir tiene, Françoise Hardy es una debilidad personal. 

Me acabáis de partir el alma con esta noticia. Mierda de vida. 

Qué bonito texto, inside

Totalmente.

Al final, esos discos hechos polvo son los que marcan nuestras vidas.

Heart touching story, Inside. Por cierto, ese tipo de recuerdos nunca lo van a poder tener los chavales de hoy. Dudo de que puedas asociar un recuerdo similar a la descarga de un archivo mp3 o al stream de una canción en spotify.

Me ha parecido que se explica con una claridad, una humanidad y una lucidez muy de agradecer. Y que no es fácil de encontrar... menos en las personitas que han estado expuestas al faranduleo toda su vida.

Mucha pena , terminar así la vida, y muy bonita la historia de Inside, en mi caso la aproximación a la música francesa en general y a la de Françoise Hardy  en particular fue a raíz de una estancia en el país galo por motivos laborales; si me llegan a decir hace unos años que acabaría escuchando a Gainsbourg, Dutronc y demás diría que ni loco, supongo que será cosa del paso del tiempo.

@insidethemuseums, necrológica preventiva ya, que solo faltaba que luego dijeras que la culpa es suya por no avisar.

Respondido por: @mario-marisopa

@insidethemuseums, necrológica preventiva ya, que solo faltaba que luego dijeras que la culpa es suya por no avisar.

Tomo nota. Pero mis limitaciones ya las conocéis todos por aquí. Mi necrológica no podrá ser otra cosa que la historia de Toulouse. Que no soy yo dado al periodismo de investigación, vaya. Ya sabéis todos de qué pie cojeo.

Así que si a nadie le importa repetir historieta, me pongo manos a la obra y extiendo un poco la tontería que dejé ayer por aquí.

Ahora bien, lo de la necrológica preventiva me hace sentir un poco cual buitre acechando carroña, eh! Bueno... Se ve que no tengo yo cuerpo de periodista moderno. 

Respondido por: @insidethemuseums

Respondido por: @mario-marisopa

@insidethemuseums, necrológica preventiva ya, que solo faltaba que luego dijeras que la culpa es suya por no avisar.

Tomo nota. Pero mis limitaciones ya las conocéis todos por aquí. Mi necrológica no podrá ser otra cosa que la historia de Toulouse. Que no soy yo dado al periodismo de investigación, vaya. Ya sabéis todos de qué pie cojeo.

Así que si a nadie le importa repetir historieta, me pongo manos a la obra y extiendo un poco la tontería que dejé ayer por aquí.

Ahora bien, lo de la necrológica preventiva me hace sentir un poco cual buitre acechando carroña, eh! Bueno... Se ve que no tengo yo cuerpo de periodista moderno. 

Bien jugao Inside. Lo alargas un poco, le metes cuatro fotos y ya tienes otro viaje iniciático como el del cantón Ticino. Yo creo que da para saga, eh? bueno...

@insidethemuseums "avec le parapluie", muy buena esta historia. yo me enamoré de ella videando uno de esos programa popurrí en los que tve explotaba su fondo musical... mucho antes de inventarse "cachitos" 🙁