La gente es reacia a contar los problemas sucedidos durante sus viajes. Fotos que muestran sin rubor sonrisas forzadas y chancletas pero que también dejan ver parejas rotas, buffet barato y nervios a prueba de rent-a-car. Los viajes perfectos no existen. Siempre hay otra parte de la que nadie quiere hablar: la parte chunga.
En la desesperación y flaqueza, debemos saber que todo siempre puede ir a peor. Hoy en La parte chunga volvemos de Creta. O al menos, lo intentamos.
La gente es reacia a contar los problemas sucedidos durante sus viajes. Fotos que muestran sin rubor sonrisas forzadas y chancletas pero que también dejan ver parejas rotas, buffet barato y nervios a prueba de rent-a-car. Los viajes perfectos no existen. Siempre hay otra parte de la que nadie quiere hablar: la parte chunga.
Hoy veremos cómo una experiencia tan apetecible como un viaje al sur del Egeo se puede convertir en una pesadilla. Hoy en La parte chunga nos vamos a Creta.
La gente es reacia a contar los problemas sucedidos durante sus viajes. Fotos que muestran sin rubor sonrisas forzadas y chancletas pero que también dejan ver parejas rotas, buffet barato y nervios a prueba de rent-a-car. Los viajes perfectos no existen. Siempre hay otra parte de la que nadie quiere hablar: la parte chunga.
Hoy nos vamos de festival a las profundidades de la estepa.
La gente suele ser reacia a contar los problemas sucedidos durante sus paroxísticos viajes. Sin embargo, con gratuidad y mal gusto, se abunda con profusión en detalles nimios narrando los parabienes del destino escogido. Y todo acompañado de fotos que muestran sin rubor sonrisas forzadas y una indecorosa exaltación pinrélica en chancleta pero que también dejan ver parejas rotas, congestiones de buffet barato y nervios a prueba de rent-a-car. Los viajes perfectos no existen. Siempre hay otra parte de la que nadie quiere hablar: la parte chunga.