Los de mi generación, por lo menos unos cuantos, hemos tenido la suerte de conocer a Cohen sin poner un pie fuera de casa. En mi caso, el disco fue Live Songs, que mis padres solían poner justo antes -o justo después- del grandes éxitos de Donovan. Ése en el que, en la portada, el de Glasgow sale sin camiseta y con un prognatismo de aquí a Lima. Que me aspen si no es una de las fotos menos favorecedoras de la historia de la música.