Hace poco estuve buscando unas fotos en mi ordenador viejo y como suele pasar (al menos a mi), al final no encontré lo que buscaba pero sí acabé econtrando cosas que no buscaba y de las que ni me acordaba. Entre ellas estas fotos de un concierto de Protomartyr… de 2014. Con las fotos había una crónica del concierto y he decidido recuperarla para acompañar las fotos. No es nada del otro mundo, pero puede servir para refrescar nuestras mentes y recordar cómo era aquello de ir a conciertos, estar rodeados de gente y no preocuparte por si alguien está muy cerca de ti.
Pensé que llegaba 15 minutos tarde para ver a los teloneros, pero este concierto parece lo haya programado un español porque todavía llevó 30 minutos más hasta que la primera banda se subió al escenario.
La banda telonera fueron los locales Betonfraktion y tenían una buena batería. De pegada dura, llevó de su mano a la banda de la mejor manera que pudo. Pienso que podría brillar en una banda con menos restricciones de tempo, pero hablo porque tengo boca…
Protomartyr se subieron al escenario alrededor de las nueve y media y 45 minutos más tarde ya habían dicho todo lo que venían a contarnos.
En principio probaron sonido en menos de dos minutos y se volvieron a marchar del escenario. Cinco minutos más tarde, un tipo vestido como si fuera a currar a una oficina otro día más, subió al escenario con una cerveza en la mano. La colocó en el suelo y empezó a salirse la espuma, así que con un movimiento rápido la volvió a coger, se la llevó a la boca y se bebió la mitad de un boleo. 
Mientras tanto, el resto de la banda había subido al escenario, tres chavales que en principio poco tenían que ver con el oficinista bebiendo birra. O eso es lo que parecía en principio, vaya. Para ser sincero diré que no hablaron mucho entre ellos durante el concierto ni tampoco con el público. Creo que el cantante dijo “gracias” dos veces y eso fue todo hasta casi el final del concierto. Con tres canciones para acabar nos dijo que de las tres canciones que iban a tocar, dos de ellas eran realmente buenas y la otra era simplemente buena. También dijo algo sobre una canción que le parecía muy corta y ya está. Aquí hemos venido a tocar, no de cháchara.
Pero si prestas atención y escuchas el segundo disco de Protomartyr, “Under Color of Official Right”, te das cuenta de que su manera de actuar durante el concierto y el disco tienen mucho que ver. No es un disco de música alegre donde esperas que el cantante suelte un par de comentarios cachondos entre canción y canción, esto es algo diferente y de alguna manera el contraste entre oficinistas y jóvenes con jet lag tenía sentido para la música que estaban a punto de tocar.
Abrieron el concierto con un par de canciones de su (entonces) nuevo disco, “Under Color of Official Right”, un poco más relajado y complejo que las canciones de sus primeros singles o incluso de su primer disco, donde la influencia de Tyvek era más evidente. Ahora intentan sonar más a ellos mismos y lo consiguen, lo que no quitó que tocaran canciones de su primer disco también. Me niego a meterlos en el saco del post-punk, pero entiendo por qué mucha gente usa ese nombre para describir su música: el ritmo en la mayoría de las canciones es un poco roto y el ambiente de las canciones es sombrío. No he prestado mucha atención a las letras, pero me la juego a que van sobre algo muy profundo.
La banda nos da lo nuestro, a pesar de la poca expresividad de los músicos. Si visualmente el concierto no me dejó boquiabierto, la música sí lo hizo. Batería y bajo son la base de las canciones y el guitarrista añade sus partes sin mucho esfuerzo (aparente), dejando respirar a las canciones, pero también se puede engorilar con un riff cuando la canción lo pide. Cuando el guitarrista se mueve de un lado para otro, parece que está realmente sintiendo la música. El bajista también se mueve apoyándose primero en su pie izquierdo para pasar al derecho, como si fuera un péndulo, al ritmo que marca la batería. El batería parece muy concentrado y no es para menos, necesita toda la concentración posible para mantener esos ritmos quebrados y no dar un golpe en falso. Pero el cuadro completo no deja de parecer como si un tipo hubiera reclutado una banda para ponerle música a sus pensamientos o algo así. De cualquier manera, el resultado es bastante satisfactorio, ya que aunque el público neerlandés no es el más caluroso que he visto (y ahí me incluyo yo también), todo el mundo aplaudió al final de cada canción y el público se fue a casa con cara de satisfacción cuando acabó el concierto. Y yo también.
persona humana de avanzada edad, pocas palabras y cierta inclinación por el lenguaje no verbal, obsesionado con los libros y la música, más de pescado que de carne y poco amigo de las mayúsculas.
pero a ver… haber… ah ver… pero si (en la cuarta foto) está con una mano en el bolsillo!!!! pero ese señor mayor de qué va!!?? jajaja!
Joder que sí, vaya jefazo… el cabrón me recuerda al Genís, de Astrud, echándose un cigarro sin tocar una tecla durante toda una canción en los conciertos de Radio 3, jajajajaja…
fue un concierto visualmente bizarro pero moló, o ese recuerdo tengo yo, vaya. el siguiente disco que sacaron ya me dejó de interesar y les perdí la pista, pero creo que siguien tocando o al menos sacando discos (discogs dice que el último es de 2020)