Frases que hacen que me hierva la sangre (I)

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La mayoría de frases califican a quién las pronuncia, sobre todo las máximas lapidarias. Estas no. Estas le marcan a fuego en la frente con la frase «HIJO DE PUTA» en letras mayúsculas.

No deja de ser una opinión, pero es la mía, y la defenderé hasta la última gota de tu sangre.

Alguno de ustedes pensará que soy un gilipollas y que me enfado por auténticas chorradas y, en puridad, tiene razón. Se me inyectan los ojos en sangre por frasecitas que me dice la gente y no por cosas importantes como la injusticia, la emergencia climática o que te cambien de horario una serie. Tienen ustedes razón. Eso duele, pero… la sangre de cada uno es la que es, lleva la mezcla que lleva y tiene el grado de ebullición que tiene. A usted le hierve porque Amazon aseguró que el disfraz de colegiala sexy llegaría hace dos días y a mí me hierve por otras cosas. Aunque respeto lo del disfraz de colegiala, claro, incluso lo envidio.

Lo cierto es que hay algunas frases que, cuando me las sueltan a la cara, me obligan a hacer un esfuerzo consciente de autocontrol. Me salta el diferencial. No es broma. Si me dejo llevar entro en un remolino de ira y agresividad del que me resulta dificil salir y que me acerca rapidamente a la violencia física. Ah…el enfrentamiento físico. Ese espectáculo tan épico y viril cuando lo ves por la tele y tan ridículo, vergonzoso y doloroso cuando lo practicas tú. Coño, como el fútbol.

Tenía la intención de excluir de esta lista las paulocoelhadas porque, la verdad, rara vez se pronuncian en voz alta. Son tonterías creadas para ser leídas y no verbalizadas y la mayoría de las personas que intentan hacerlo se dan cuenta de lo ridículo de la situación antes de empezar la frase y cierran la boca a tiempo, pero no ha sido posible evitarlas por completo…supongo que van calando, o el mundo se va a tomar por culo, o yo me hago más viejo y más gruñón… o todo a la vez, que es lo más probable. Así las cosas, me ceñiré a unas pocas frases reales que he podido comprobar empíricamente que me hacen perder la compostura. El juicio no lo he perdido porque todavía no se ha celebrado, pero yo le juro, Señor Juez, que fué legítima defensa.

1- «NO LO INTENTES, ¡HAZLO!».

Pero vamos a ver, hijo de la gran puta…

Esta frase se parece mucho a una paulocoelhada pero la incluiré porque, esta sí, la he escuchado en la realidad. No es broma. Aunque parezca el chiste aquel de …»¡Ah! …¡pues si no hay manos no hay galletas!»

Cuando encargas algo y te contestan que lo van a intentar… suele ser que la cosa tiene pocas probabilidades de éxito, ya antes de ponerse. Las personas tenemos tendencia a sobrevalorar las propias capacidades y es frecuente que al principio de un proyecto todo sean sonrisas y plazos cortos de entrega… y luego la realidad nos pique la cresta, de modo que cuando alguien ya te está diciendo que no lo ve claro y que lo va a intentar… la cosa no pinta bien. Y contra la humildad y la prudencia, nada como una buena frase lapidaria pronunciada en voz tonante: «NO LO INTENTES, ¡HAZLO!».

Es algo que imagino que podría haber dicho Patton, Van Morrison o cualquier otra prima donna inflada de impaciencia. Supongo que el/la pobre desgraciado/a que la pronunció creyó que sonaría tremenda, lapidaria, peliculera… que estaba animando (perdón, quise decir motivando) pero lo más probable es que le importase una mierda la hora, los medios o incluso la seguridad personal del empleado al que estampó esa puta mierda de frase en la cara como si fuera un zurullo de vaca diestramente arrojado. Los líderes LIDERAN. Los demás aplaudimos. A veces aplaudimos la cara del querido líder y a veces nos aguantamos las ganas de hacerlo. La mayoría de las veces nos aguantamos. Es lo que hay.

Si tienen dudas o no la han escuchado nunca, grábense en video diciéndola. Con voz potente, clara y mirada intensita. Y después avergüéncense de que les hayan escuchado los vecinos. Y borren el video. Esto último es importante.

2- «SOMOS UN EQUIPO».

Pero vamos a ver, hijo de la gran puta…

No recuerdo las veces en que he escuchado esta frase fuera del trabajo…porque no me ha molestado. Cuando estás, de verdad, en un equipo de lo que sea, cuando estás haciendo una parrillada, poniendo la mesa, etc… se puede decir, no pasa nada. Buen rollo.

Lo malo es cuando lo dice un compañero de trabajo.

O peor aún: el jefe.

Lo siento, el ámbito laboral no es un espacio de equipos. Por mucho que les joda a los coach quedar como unos charlatanes de feria, el currelo, el laburo, la faena, es un espacio de jerarquía: el jefe manda y yo obedezco. En el mejor de los casos hay un reparto de funciones, el jefe decide como va a repartir el trabajo y los empleados hacemos lo que nos toque. ¿Que significa en este entorno la frase «somos un equipo»?. El observador poco avisado puede confundirse y creer que significa algo como «Todos vamos a colaborar para que las cosas salgan bien. Nos ayudaremos unos a otros y, a pesar de la crisis económica, de que hemos echado a la mitad de los remeros y de una absoluta falta de organización, al final del trimestre la música subirá y todos nos miraremos sonriendo henchidos de alegría porque, con esfuerzo y cooperación, hemos conseguido un objetivo común y el proceso nos ha convertido en mejores personas.»

O sea, una Paulocoelhada concentrada en cubito. Pero no, querido observador superficial, no. Lo que realmente quiere transmitirnos el Hijo de Puta es: «No voy a hacer ni el huevo. Todo lo que tiene que salir hecho de mi despacho lo vais a hacer vosotros pero sin que os lo tenga que pedir. Sin que os tenga que informar de que existe. Sin que yo lo tenga que planificar ni organizar. Sin necesidad de que desperdicie un sólo minuto de mi precioso tiempo en ser consciente de todo ello. Y si algo sale mal aquí no se echa al entrenador.

Ni que estuviéramos jugando al fútbol, joder.»

3- «NO PIENSES EN ELLO COMO UN PROBLEMA SINO COMO UNA OPORTUNIDAD».

Pero vamos a ver, hijo de la gran puta…

De nuevo una frase de la jerga laboral. ¿Porqué será? Muy típica cuando te encuentras ante la disyuntiva de hacer el trabajo de dos personas o dejar sitio a uno de esos que están haciendo cola en la puerta para hacer tu trabajo mejor que tú, por menos dinero y tragándose todo el semen, sin escupir. Lo sabes porque alguien se encarga de repetírtelo un par de veces al día. Eso se llama liderazgo, creo.

También es muy habitual cuando en administración ya te han preparado el finiquito. Tienes una maravillosa oportunidad de apuntarte al paro…de aprender a hacer vivac debajo de un puente o de explorar tu sexualidad a cambio de dinero. Gracias querido líder. Yo también tengo oportunidades para usted…pero tendré que limitarme a imaginarlas si no quiero pasar a tener techo y comida pagados por Instituciones Penitenciarias. ¿Veis? …¡otra oportunidad! Si es que nos quejamos de vicio.

4- «SI PIERDES LAS FORMAS PIERDES LA RAZÓN».

Pero vamos a ver, hijo de la gran puta…

Se puede llegar a argumentar que, cuando te relacionas con una Administración, la que sea, un Ayuntamiento, …Hacienda, …un Juzgado, si no guardas las formas no te daran la razón por muy claro, evidente y transparente que sea tu derecho. Por muy evidente que resulte que tú no eres Fulano Pérez, con DNI tal y que la finca situada en Peleas de Arriba, Paraje de Arrastramulos NO está inscrita en el Registro de la Propiedad a tu nombre, la Administración no darà marcha atrás y no te devolverá el dinero que te ha embargado si no haces un recurso como debe ser, en tiempo y forma, con su sello y póliza y presentado en la ventanilla correspondiente, no en la de al lado, que es para Sociedades, no. En la ventanilla que toca y no en otra. Y si lo haces mal, formalmente mal, tampoco es que pierdas la razón… no te la daran, que parece lo mismo y te quedas sin dinero igual, pero tampoco es exactamente lo mismo. El hecho de que sea tan importante el aspecto formal ha dado lugar a una riquísima fauna de abogados, procuradores, gestores administrativos, etc… También ha dado lugar a todo un subgénero dentro del humor (…o algo así) en el cual se repiten como letanías expresiones tan cariñosas como “incomprensible”, “surrealista” o “kafkiano”. Aunque les perdono que nunca hayan leído a Kafka, esto parece indicar que a la inmensa mayoría de los habitantes de cualquier sitio los formalismos les estorban, preferirían que se fuera al grano, que se hable claro, joder, al pan, pan y al vino, vino. Las cosas claras y el chocolate espeso. ¿Que tendrán que ver los cojones pa comer trigo?

Craso error.

La naturaleza del hombre llano y sin doblez se rebela cuando los burócratas, desde lo alto de su ventanilla, desprecian su prisa o su ignorancia y le obligan (¡LE FUERZAN!) a rellenar un impreso antes de llevarse el coche que la maldita grúa totalitaria y liberticida se ha llevado a traición. ¿Nombre? ¿DNI? ¿Dirección? ¿Pero qué es esto, joder? ¡Aquí traigo los 200€ y las llaves del coche! ¿Qué más quereis? …¡Es MÍ COCHE! ¡MÍO! …pero… ¡Ay!…ese mismo hombre llano y sencillo se convertirá en un refinado aristócrata si te ha hecho el tocomocho de cualquier manera y se lo reclamas. Toda educación será poca. Todo cuidado, impertinencia y toda muestra de indignación, intolerable maltrato a su delicada sensibilidad.

Resumiendo: El mismo hijo de la gran puta que no quiere ni poner su nombre en un papel para que le devuelvan el coche, cuando lleva un año sin pagar una factura y se lo recriminas, se siente maltratado y, al borde de las lágrimas, dira a quién le quiera escuchar que hay que ver, vaya lenguaje, pues claro que le iba a pagar, no faltaba más, pero ahora… es que vaya formas…y ahí viene la puta frasecita. “ES QUE SI SE PIERDEN LAS FORMAS SE PIERDE LA RAZÓN”.

El Shurmano crece. Digievoluciona. Se convierte en Administración y más allá, puesto que la Administración tiene la delicadeza (…más bien la obligación legal) de publicar sus reglas del juego. Sus procedimientos están escritos como si fueran el Reglamento del Football y, como éste, puedes leerlo, aprehenderlo y hasta usarlo en tu favor, pero… ¿Y las Normas de Buenas Maneras del Buen Hijo de Puta? ¿Dónde se publican? ¿Quién las conoce, aparte del propio Hijo de Puta? Te obliga a jugar a un juego que no te gusta, con unas reglas que sólo él conoce, las cuales puede reformar cuando desee y encima no levantes la voz, no pongas mala cara que es penalty. Ya cobrarás. O no. Pero no pierda Vd. Las formas. No sea ordinario, por dios.

Por otro lado, también está la reducción al absurdo/Ley de Godwin (que para eso esto es la interné) Piensen en uno de aquellos SS bien afeitaditos, con su uniforme impecable, que daba gozo verlos, tan rubios… ¿Se lo imaginan teniendo que aguantar que le levante la voz uno de esos subhumanos guarros que llevaban a la cámara de gas? ¿Querrían ustedes vivir en un mundo así?

6 comentarios en «Frases que hacen que me hierva la sangre (I)»

  1. verdades como puños, padrecito. lo de la gente en el curro es cada vez menos normal. de hecho, he dudado mientras escribía la palabra «gente».

    por cierto, cómo es el chiste es de las manos y las galletas?

    1. – Mamá…¿Me das galletas?
      – Cógelas, están ahí en la estantería.
      – …pero mamá… que no tengo brazos…
      – Ah! ¡El señorito no tiene brazos! ¡PUES SI NO HAY BRAZOS NO HAY GALLETAS!

  2. El punto 4 me recuerda cuando le llamé «subnormal» a uno del curro delante de todos los compis. ¿Quién tenía razón? Yo. ¿Quién perdió las formas? Yo. ¿Quién perdió la razón? Yo. Lo resumiré: él estaba tocando el tambor, sí, un tambor, y yo me cansé. También tuve una conversación nada fluida con un jefe que ha conllevado que mis compis no me dejen plantear problemáticas que nos afectan a todos… por si acaso.

  3. Jajajaja. Vaya rises con el artículo canallita de Padrecito.

    Pero vamos a ver, hijo de la gran puta… !!!Qué ganas de matar cada vez que escucho la puta palabra canallita, JODER OSTIA YA!!!

    Uffff, oye pues queda uno muy a gusto eh? Bueno…

    1. Sí…que diferente es que te digan «Es Vd. un canalla» a que te digan «Es Vd. un canallita». La primera podría ir acompañada de padrinos para darte una satisfacción en duelo. La segunda no te va a dar satisfacción, porque en media hora te lo has terminado todo y hay que ir a pillar más.

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