La dimensión inexistente: Impetuous Snails

Impretuous Snails: A Wonderful Journey

En «La dimensión inexistente», lanzamos una mirada sobre cosas que no existen, pero deberían.

A Wonderful Journey es el único disco de la procelosa banda psicodélica Impetuous Snails. Formada por el pianista de jazz Bingo «Blind Asshole» Wilson, famoso por haber creado la escala asshole, en la que solo se toca la nota correspondiente al día de la semana en el que uno se encuentra. El guitarrista Joe Warrowitz, que se jactaba de haber inventado el rock duro quince minutos antes que Led Zeppelin, fue su socio en esta aventura.

 

Aunque la afirmación de Warrowitz, peludo espécimen de dedos vertiginosos, sobre su papel en los orígenes del rock duro ha sido ampliamente debatida, el consenso entre los expertos que han investigado la cuestión tiende a considerar que «Warrowitz es un fantasma y un borracho que dice muchas tonterías» (1).

Bingo y Joe se conocieron en un espectáculo de marionetas del que ambos fueron expulsados al protagonizar una violenta disputa sobre quién iba a subir al escenario a cantar Mary had a little lamb con el coro de la escuela presbiteriana reunificada. La trifulca fue a más y ambos acabaron detenidos. Después de pasar la noche en el calabozo, salieron convencidos de que juntos podrían crear algo grande que trascendiese sus respectivos estilos y la música de su momento, de la que ambos abominaban. 

Una vez reclutados una serie de músicos de acompañamiento entre los participantes de un desfile de majorettes que pasaba por delante de la comisaría en el momento en el que fueron liberados y reservado el estudio de grabación, se dieron ocho horas para «pensar en algo guay» y quedaron esa misma noche en el estudio.

Majorettes
No sabían que pasarían a la historia

La sesión, como es natural en un choque de titanes semejante, fue tensa. Warrowitz trajo una partitura para una opera-rock sobre el viaje épico de un caracol por un jardín de setas psicoactivas (de ahí surge tanto el nombre del grupo como del disco). Hay que hacer notar que Bingo «Blind Asshole» Wilson, como su apodo indica, era ciego. Ante la negativa de Warrowitz de transmitirle sus ideas por otros medios («Vuela, tío, vuela«, repetía Joe mientras apilaba los 27 amplificadores que había traído), Bingo montó en cólera y prendió fuego al piano. Una vez calmados los ánimos y extinguidas las llamas la grabación pudo empezar.

Resignados a la imposibilidad de usar cualquier tipo de composición o planificación musical, acordaron usar la improvisación total y absoluta e ir un paso más allá de las jam-sessions tan en boga en aquella época. En la grabación, el aficionado atento podrá escuchar cómo se jalean el uno al otro: «Sé el caracol, tío, sé el caracol«, «No, imbécil, DO-DO-DO-DO» (era lunes, y eso en la escala asshole, equivale a DO). Lamentablemente, los músicos de acompañamiento, ajenos a las sutilezas de la improvisación, solo sabían tocar una marcha de Sousa que, además, no estaba en DO. Para terminar de rematar el malditismo del disco, Bingo –una vez achicharrado el piano– solo disponía de una ocarina y este instrumento estaba prohibido por aquel entonces en el condado de San Bernardino «por ser sensual en exceso», por lo que el disco no pudo ser publicado hasta 2005, gracias a la intercesión de Schwarzenegger, a la sazón gobernador del estado y gran fan del grupo.

Schwarzenegger compungido
Gran desilusión al no poder comprar el disco de su banda favorita

Lo que es conocido como el primer disco de free-psychedelic-heavy-jazz-marchig-band-in-your-fucking-face, estilo tan de moda estos días, es algo realmente mágico a pesar de las dificultades en su gestación. La monocorde ocarina de Bingo se funde con la desafinada guitarra de Joe en una despampanante espiral de chispas de pluscuamperfecta y orgásmica acidez que realzan de una insospechada manera los agridulces tonos de Stars and Stripes Forever, especialemente en la quinta repetición de la cara B.

«¿Qué hago yo aquí?», «¿Encontraré aparcamiento al volver a casa?» o «¿Cómo podré quitarme este pedazo de carne picada de entre los dientes?» son preguntas de difícil respuesta, preguntas que todos –acaso demasiado humanos– nos hemos hecho alguna vez, quizás en una noche en la que se nos ha acabado la cerveza y nada parece tener sentido, y que aquí encuentran respuesta con aplastante lucidez. «Cómprenlo y sean el caracol«, era el eslogan usado en el promoción del disco. Yo lo hice y no puedo estar más de acuerdo.

(1) SMARTSON, W. (1979) Personajes ridículos del rock en Cucamonga, California. Cucamonga Press

4 comentarios en «La dimensión inexistente: Impetuous Snails»

  1. En SHF hablan y no paran de la reedición coreana, se escucha claramente hasta cómo el segundo corneta se suena los mocos en la mitad del vigésimo solo de Warrowitz en la cara B. El singol más valorado es «Stars & Snails Forever».

    1. Impetuous Snails nunca llegaron a grabar Mary Had a Little Lamb, pero se puede encontrar en algún directo de alguna formación posterior de Warrowitz, del que, si las circunstancias lo permiten, les hablaré en otra ocasión. A ver si llego a tiempo antes de que a su hija le descarrile el gusto y se haga del trap.

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